Este fin de semana 21 y 22 tuvo lugar la acampada urbana de manada, dicho evento tuvo lugar en el local en el que se lo pasaron bomba, a pesar de que el tiempo no dio tregua salimos adelante como mejor supimos. Desde las diez de la mañana del sábado hasta las once del domingo lo estuvieron dando todo.

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Primero unos juegos para despejarnos y entrar un poco en calor, con el apetito calmado después de almorzar nos pusimos a jugar en el tatami al Party & Co Scout, cada seisena tenía que ponerse el nombre de una fruta junto con un grito. Se lo pasaron genial jugando al flexiespagueti, tabú, haciendo mímica, y muchos más. En este juego conseguían puntos para el gran juego de cocina de la tarde, para de esta manera conseguir cierta ventaja. Gracias a su astucia e ingenio consguió cierta ventaja el equipo Papaya.

Después de este gran juego, nos pusimos a comer para poder reponer fuerzas para seguir con la misma energía o más, seguidamente tuvieron tiempo libre mientras los viejos lobos les preparábamos un taller de lo más dulce.

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A las 16:30 izamos como de costumbre y H.Gris nos hizo un juego y posteriormente una dinámica en la que los lobatos se ponían espalda contra espalda por parejas de la misma fruta-seisena. Uno de ellos tenía una imagen y tenía que describírsela al lobato que tenía a su espalda. Hicimos varias rondas, en la que dos de ellas papaya quedó ganadora, en la tercera ronda ganó mango. ¡¡¡QUE ARTISTAS TENEMOS!!

Después en la dinámica, H.Gris repartió a cada uno una hoja y algo con lo que dibujar. Les propuso que dibujaran por un lado sus miedos o cosas que no les gustaran nada y por el otro cosas que les hicieran feliz, sonreír, estar alegre, etc. Esta dinámica fue muy importante para todos, pues de esta manera los lobatos se conocen más y los viejos lobos pues también demuestran a los lobatos que tener miedo no es malo y que juntos podemos luchar contra ellos.

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Tras la dinámica por fin llegó el tan esperado taller de la mano de los más grande chefs y jueces. Un taller donde a los lobatos se les daba una cantidad de dinero con el cual tenían que pujar para poder hacer sus pinchos de frutas. Hubo lobatos que se arriesgaron y otros que les costó más soltar el dinero y que se arriesgaron más bien poco.

Había cartas positivas y otras negativas, las cuales el gran chef ponía en puja. Si conseguían en la puja el sobre positivo conseguían ventajas para su equipo y quien conseguía los sobres negativos se lo podía dar a cualquier otro equipo.

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Pese a tener muchos hándicaps, ya que la parte de SABOTAJE por parte del jurado comenzaba cuando los lobatos empezaron a cocinar los postres, las seisenas consiguieron realizar unos grandes postres dignos de chefs con 4 estrellas Michelin.

Fue muy difícil la elección del jurado, pero se acabo llevando la victoria la seisena-fruta ¡¡¡FRESITAS!!! con un gran postre acorde a su nombre.

Una vez terminado el taller y todo recogido, los lobatos tuvieron 2 horas para preparar las actuaciones para la flor roja que se iba a realizar después de la cena. Después de estar esperando las pizzas con ansia, como si no hubiésemos comido nada en todo el día… al fin ¡¡llegaron!! Nos la comimos tan a gusto que ¡NO QUEDO NADA!

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Los viejos lobos comenzaron la flor roja alrededor del fuego cantando el Anikuni, una vez comenzado los viejos lobos presentábamos a las seisenas. Unas tenían una actuación algo cambiada del cuento de Caperucita roja, otros basaron su historia en algo parecido a una pesadilla dentro de un juego, al quedarse atrapado dentro de este mientras jugaba. En definitiva todas las actuaciones estuvieron muy bien.

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Hatti nos cantó una canción para poder dormirnos más rápido, algunos cayeron en el sueño antes de que Hatti empezara. Y escuchando la lluvia caer poco a poco como si de una lluvia de estrellas fugaces se tratara íbamos cayendo en un profundo sueño.

El domingo toca despertarse a las 8:30, con mucha energía desde bien temprano tras desayunar.

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Parece que había hambre. Una vez terminado el desayuno llegó la hora de recogerlo todo hicimos un par de juegos como: El futbol chino y el Pichi, que era como el béisbol pero con el pie y algunas normas mas que puso H. Gris para hacer trampas Jejeje

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Antes de irnos a nuestra casa a descansar y prepararnos para la vuelta al cole después de fallas, para despedirnos hasta la próxima hicimos una danza muy común… ¡el RASARUM! Nos despedimos y los papis recogieron a sus fierecillas. Hasta la próxima!

Keneu, Kraal Manada.